Como sabéis, la editorial que dirigen Joan Navarro y Félix Sabaté (tanto monta, monta tanto...) llevan siendo noticia para los aficionados del mundillo de los tebeos desde hace poco más de año y medio, y además de forma casi continuada por distintas cuestiones: Primero fue la venta de Glénat de su filial española, filial que compraron los mismos que la manejaban, Navarro y Sabaté, y que obligó a la editorial a cambiar su nombre y su logo; después, fue el tremendo golpe que les propició la editorial japonesa Shueisha al retirarle todas sus licencias al no haber acuerdo para renovar su "master agreement", sin duda, una herida casi de muerte ya que Shueisha representaba para EDT un gran porcentaje de su volumen de ventas al contar con series superventas, entre las que se encuentran Bleach, Naruto o Death Note, series que supusieron que Glénat en su momento se convirtiera en la empresa líder del manga en España; poco después llegó la polémica de sus packs de saldo, que vendieron a precio reducido para quitarse de encima los ejemplares que tuvieran el logotipo de Glénat aún impreso, y que provocaron cierto malestar en editoriales competidoras, que argumentaban que EDT se estaba cargando el mercado con esa maniobra. Pues con la última noticia, igual estas mismas editoriales están ahora mismo respirando aliviadas, puesto que se trata de otra maniobra kamikaze más de Joan Navarro y compañía...
A Navarro hay que reconocerle siempre el valor que ha tenido toda la vida de simplemente editar, mayormente, los títulos que le gustan o le salían de los huevos. Esto ha llevado a la editorial a arriesgarse con autores tan geniales como poco comerciales, y que eran un poco impensables de ver publicados en España. Por ejemplo, ellos trajeron a Shuehiro Maruo o a Shotaro Ishinomori; también fueron los primeros en traer una obra del gran Shigeru Mizuki y, recientemente, también hicieron lo propio con Shintaro Kago. Sin duda, riesgos muy dignos de aplaudir, la verdad. El problema viene cuando no han sabido enfocar bien sus estrategias comerciales, sobre todo, de cara al público, como en esta ocasión.
Y lo que han hecho en esta ocasión ha sido, ni más ni menos, que subir los precios de todas sus series, de 1 a 2 euros con respecto a su precio original. Claro, dicho así parece poca cosa. Pero si os digo que también han incluido esa subida en sus tomos a precio de saldo, haciendo que muchos títulos suban hasta 7 euros con respecto a su valor anterior, la cosa cambia, ¿no? Y si os digo que los títulos que más han subido han sido series que para nada son puntas de lanza, la cosa preocupa, ¿no? La maniobra de EDT ha sido clara: nos deshacemos de todos los tomos con logotipo Glénat a precios de saldo con tal de no destruírlos, muchos de ellos en packs, y cuando hayamos cubierto cierto porcentaje de venta (porque no me creo que los hayan vendido todos, ni de coña), reimprimimos los libros con nuestro logo y les ponemos su precio original. Esto ha hecho que, por poner un ejemplo, Detective Ritual ascendiera de 2,99 euros el tomo, a 8,98 euros. Como han decidido ponerle una subida de entre 1 y 2 euros a todo su catálogo, tenemos el dislate: de 2,99 euros a 8,98 que era su precio original, aplicamos la subida de un euro, y tenemos los 9,98 euros que cuesta el tomo. 7 euros de subida. 10 euros por un tomo manga, y con la que está cayendo. Otros títulos, como Astroboy, han subido 2 euros y medio: de 7,50, a 10. No sabemos realmente los datos de ventas, porque en España las editoriales tienen la fea costumbre de no decir nunca sus tiradas, pero no parece que Cat Shit One (ha subido 6 euros) o Detective Ritual (7 euros) sean precisamente series superventas... por lo que parece que se han pasado la ley de la oferta y la demanda por la punta del...
Extraña maniobra cuanto menos. Y sobre todo, teniendo en cuenta que EDT publica otros muchos tipos de cómics en otras lineas que además les venden bien y sin problemas. Por lo que no se puede interpretar como un SOS a la desesperada. Y, mi opinión, es que esta barbaridad no ha hecho sino ponerle el último clavo al ataúd a su línea manga, ya que esto viene después de la paralización sine die de su serie franquicia en catalán (Yawara!). Y porque, preservando un poco de fe en el público, espero de todo corazón que nadie pique en esta cacicada... si ahora tragamos con tomos de 10 euros, igual que estamos tragando con otros precios abusivos (experimentando una ligera subida de precios en casi todas las editoriales), pronto veremos tomos normales y pésimamente editados a 13 euros. Espero de verdad que el público no sea tan borrego como para seguirles el rollo y empezar ahora series nuevas de varios tomos después de esta subida injustificada.
Por otra parte, cabría recordarles a los agoreros que ven a EDT desapareciendo, que es una editorial que no sólo se dedica a vender manga. El manga, está claro, les ha supuesto un tremendo empujón como empresa, pero editan series occidentales sin ningún tipo de problema. Si el manga ya no les sale rentable a raíz del palo que les pegó Shueisha, probablemente lo abandonarán o editarán sólo algún seinen de vez en cuando. Al fin y al cabo, sus líneas europeas, por ejemplo, sí que les están vendiendo, y su público, mal que nos pese a muchos, es mucho más adulto y maduro que el otaku medio.
Las cosas como son.